La Fundación Caja Mágica todos los años manda cajas de cartón a diferentes empresas, buscando recaudar juguetes para niños de bajos recuersos. En Leo Burnett siempre ha sido grato ayudarlos a que de una simple caja surjan una emotiva y dulce acción. Y en diciembre 2013 se nos presentó un reto mayor, porque la idea debía superar  los resultados que habíamos tenido en ediciones anteriores. Esta vez no sólo queríamos regalar juguetes, sino hacer que estos niños creyeran de nuevo en la magia de la navidad y en el poder de su imaginación.